El sábado 14 dejulio, aniversario de la toma de la Bastilla, pese a los tremendos recortes deretados por el gobierno, se celebró la V regata Karmengo Ama, organizada por Higarillo. Con el patrón de vacaciones y Marije un poco pachucha, salimos Pepelu, Julián (que os lo cuenta) y Álvaro, quien montaba por primera vez en un velero.
A las 11.00 se celebró la reunión de patrones en el puerto de Santurtzi, con 20 embarcaciones inscritas. El recorrido: salida en el puerto, boya de San Ignacio por babor, boya del cajón por babor, boya de recalada por babor, boyas del cajón y San Ignacio por estribor, y llegada en Santurtzi. Las previsiones eran de viento de unos 15 nudos del NO y ola de 2-2,5 metros. La regata es a la inversa; se hicieron 5 grupos, con salidas cada 8 minutos. El EMILU en el tercer grupo.
Salimos muy bien, por el centro de la línea amurados a babor, y mantenemos la cabeza de nuestro grupo. En el faro saludamos al padre de Álvaro. A medida que vamos saliendo arrecia el viento y sube la ola; se estabiliza un aparente de entre 20 y 24 nudos y una ola entrecortada que dificulta el avance. Bordo tras bordo vamos pasando a los que han salido por delante. No encotramos el GPS, y nos despistamos un poco al buscar la boya de recalada. Por detrás la Marmotiña nos pasa poco antes de la boya, así como el Jai y Cachiporreta.
En la empopada no se ven spis. Una vez dentro del abra la Marmotiña lo iza, y acaba con él en el agua. Mientras tanto a bordo, Álvaro se ha mareado, aunque lo lleva bastante bien. La verdad es que le ha tocado un día duro para ser su bautizo de vela. Hacemos un bordo muy largo con el viento por la aleta hasta casi Sopelana, trasluchamos, y una vez dentro del abra ponemos orejas. En la boya de San Ignacio se nos lía una escota, lo que aprovecha el Vértigo, al que habíamos adelantado antes, para pasarnos. Entramos los séptimos, después de casi tres horas y media de dura regata. Los ganadores: la Marmotiña, Jai Pil Pil y Cachiporreta.
Amarramos en el puerto de Santurtzi con la ayuda de la tripulación de la Marmotiña y vamos a la comida popuar: sidra, tomate, croquetas, chorizo, costilla asada, sorbete de limón y café. Comimos con un gran apetito y bebimos con gran sed (incluido Álvaro, ya recuperado).
Resumen: una preciosa, aunque dura, regata, perfecta organización y una gran comida. ¿Qué más se le puede pedir a un sábado? Es una pena que las coincidencias en el calendario de regatas no nos hayan permitido participar en otras regatas organizadas por Higarillo. A ver si el año que viene se ponen de acuerdo.
