Crónica y fotos: Pablo y Ana
A pesar del vendaval que soplaba el sábado, el domingo 27 de
septiembre el tiempo dio una tregua y el Emilu salió de regata (Gran Premio
Puerto Deportivo de Getxo), con a bordo Lucio, Pepelu, Marije, Iñaki, Ana y
Pablo. La salida fue junto al Puerto Deportivo de Getxo, coincidiendo con la
zona de entrenamiento de los snipe y los 420, con lo que había mucho movimiento
y nos estorbábamos un poco los unos a los otros.
Esperando a la salida |
El recorrido fue el siguiente: salida junto al Puerto
Deportivo; boya de San Ignacio (br); segunda boya amarilla (br); boya roja de
la Galea (br); boya de San Ignacio (er); llegada junto al Puerto Deportivo.
Subiendo a la boya de San Ignacio |
El Emilu hizo una buena salida, por delante de cuatro o cinco cruceros, y se dirigió a la boya de San Ignacio dando un bordo frente a Santurce. El viento soplaba fuerte y racheado del NNO, por lo que había que ir siempre jugando con la mayor para controlar la escora. Al salir al Abra exterior y subir hacia la amarilla, al viento se sumó la ola y a la escora los pantocazos y rociones (para jolgorio sobre todo de los grumetes más inexpertos).
Pepelu y Pablo |
La bajada fue más peliaguda, con picos de viento aparente de
popa de 14 nudos y ola mala que estorbaba para mantener el rumbo y nos
desventaba en los senos. En una de las trasluchadas, el génova se enganchó en
la cruceta y se desgarró el balumero, pero por suerte la
vela aguantó y pudimos continuar la regata, prestando atención a que no volviese a engancharse al cambiar
el génova de banda. No tuvo tanta suerte el Himalaya, que tuvo que retirarse
por un percance parecido. Llegamos a meta situada junto al Puerto
Deportivo, sobre las 16:00, con cinco cruceros detrás de nosotros y habiéndose
retirado dos de los participantes.
Aunque las nubes parecían anunciar lluvia y nos vestimos con
ropa de agua, al final el día aguantó y no nos mojamos, más allá de algún
roción traicionero, e incluso terminó clareando. Al llegar a puerto, cambiar el
génova para mandar a reparar el descosido y merecido almuerzo.