En el Emilu salimos la tripulación habitual (Lucio, Marije, Iñaki, Pepelu y Julián) a quienes se une Itziar, que va a participar en su primera regata. Además de comportarse como una marinera experta, manteniendo el tipo en los momentos difíciles (que los hubo), se encargó de las fotos y ha escrito su visión personal de la regata que podéis leer al final de la entrada. Yo me limitaré a un relato técnico.
Itziar |
El resto de la tripulación |
Fotos tomadas desde el Sandra |
Tras pasar la boya el viento empezó a caer y rolar, y con la ola formada apenas avanzábamos. Por fin llegamos a la boya, con unas nubes negras por el oeste que auguraban más chubascos.
Por miedo a ellos no izamos spi, pero al final lo hicimos y nos acercamos a la flota que iba por delante.
Ya en el abra interior arriamos pi antes de que llegase el chubasco, que llegó y nos acompañó con agua y viento las dos vueltas al triángulo.
Bonita regata, con momentoas delicados, mucha agua, mucha ola, mucho viento y su encalmada en medio.
El día terminó con la tradicional alubiada y el reparto de premios, en el que nos correspondió de manera inesperada un segundo premio del primer Trofeo Social.
La regata vista por Itziar
"Me he levantado con el corazón marinero y he llegado a Areeta con una hora de antelación. La motivación es muy puntual...Joselu, amable y sonriente, me ha llevado hasta el velero. La vida me daba una oportunidad y yo abrazaba ese regalo, contenta y con un único pensamiento en mi cabeza: no quiero ser un elefante.
En seguida he conocido a Lucio, Marije, Iñaki y Julián. Para mis adentros, he agradecido que me dejasen acompañarles. Ya intuía que si yo molestaba, mi presencia podia obstaculizar su disfrute, su trabajo. Y era un riesgo que se habían animado a correr.
La salida de la regata me ha parecido impresionante. La borrasca, la lluvia, el viento arreciando. Los barcos nos amontonábamos, las velas muy inclinadas y en cada virada, me sentía yendo como una araña enorme a algún lugar del barco, sin pisar manos o cabezas, sin comerme a nadie.
Para mi, emocionante. Yo escuchaba en silencio sus gritos, sentía cierta tensión en algunos momentos. "agua, agua!!" -cuando otro velero se nos acercaba demasiado. "cae más, Lucio", "no veo nada Joselu!"..."¿veis la boya?" "¡la tienes a proa, Lucio!"
Sus voces fuertes, el tiempo apremiaba en la maniobra. Y donde era babor, nacía estribor y yo miraba, vivía y quería obedecer.
El mar a ratos gris, a ratos de plata. Amigo, a veces, enfadado otras.
El viento rolando, levantando, o callado y quieto en otros momentos. Nudos.
Algún velero clásico que me admiraba a mí, en el reflejo de sus ojos.
No nos hemos alejado del puerto, estábamos en aguas menos bravas. Y a pesar de todo, en la salida hacia la costa, el tamaño de las olas me aceleraba el ritmo cardiaco. Pero yo lo sabía: "estoy en buenas manos" -pensaba-. Y no sentía ningún miedo. Quizá como dicen, la ignorancia es osada.
Impresionante Marije extendiendo el spi... No recuerdo bien el nombre... Esa vela azul enorme que impulsa más fuerte, pero que debíamos recoger cuando amenazaba chubasco...
E Iñaki, a quien recuerdo en alguna ocasión con los pies casi fuera del barco, dando una media voltereta casi, calladamente currela. Julián, que me ha dejado claro que no son cuerdas, que son cabos...
Y Joselu, amigo, a quien yo intuía indispensable.
En fin. Lucio siempre al timón, capitán del navío, que aun perdiendo la visera, no perdía la compostura.
Mi primera regata a vela. Un sueño que ni soñaba, hecho realidad casi por casualidad.
Gracias, tripulación, gente ruda en un mar bastante loco. Bajo lluvia y viento.
Con algún que otro susto, por algún ratillo y temiendo el abordaje, me habéis hecho sentir pirata. Y mi alma de niña, aplaudía a rabiar.
Y mi alma deportista, os ha mirado y admirado en esta mañana de diciembre. Sois grandes para mis pequeños ojos.
Gracias, compañer@s.
¡Imposible marearse en las olas de la emoción!.
Un abrazo salado.