Para empezar, el armador, embutido en un traje de neopreno, buceó para limpiar los fondos del barco. ¡Lo que se hace para ganar!
El recorrido fue el tradicional: salida en el abra interior, boya de San Ignacio por babor, boya amarilla más cercana al cajón por babor, boya de San Ignacio por estribor y un triángulo en el abra interior.
El Emilu estuvo tripulado por Lucio, Javi, Marije y Julián. El viento fue del norte, a veces con componente oeste, al final rolando al noreste, fuerza tres.
Salimos a las 13:51, muy bien, por el barco del comité, dejando a todos atrás excepto al Pai-pai. La subida a la boya la hicimos bastante bien, adelantando a todos los que habían salido por delante. En las cercanías del cajón observamos que no había boya, y fuimos tomar la segunda amarilla. Es difícil cuantificar la pérdida de tiempo que pudo suponer. Llegamos segundos, junto al Pai-pai. Izamos el spi, e iniciamos una carrera en paralelo con el Pai-pai. En la boya de San Ignacio nos alcanzó el Maite, y en el triángulo nos adelantaron el Ay Madre!, el Ramper y justo en la llegada el Citius.
Comimos en el barco, nos tomamos unos gin-tonics en el Saltillo y fuimos a la entrega de premios. Allí nos encontramos con la sorpresa de que un 39 pies azul, que creíamos que andaba de paseo e incordiando a los regatistas, era el ganador. Así que al final séptimos. Ganamos 250 € en la quiniela.
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