A la tarde embarcamos Marije, que ya había estado navegando a la mañana, Marta, que vino con su amiga Mª Carmen, Mª Rosario y yo. Una tarde fresquita, sobre todo mientras ceñíamos hasta La Galea, después de vuelta con viento de popa y en "orejas de burro" se disfrutaba más del sol. Mª Carmen gobernó el Emilu perfectamente y disfrutó de lo lindo. La conversación animadísima pero nada de futbol, ni de informática, ni de cervezas, ni de política...
Fui la envidia de todos los que me vieron con esa tripulación de lujo y como una imagen vale más que mil palabras:
20/03/2009
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