El Trofeo Iberdrola nos tiene ocupados todo el fin de semana. El sábado 10 de septiembre salimos en el Emilu Marije, Lucio, Pepelu y Julián, que escribe esta crónica. A las 11:00 estamos en el barco, cambiando velas y sacando el peso. Hace mucho calor y no hay mucho viento, aunque la prensa da un aviso de galerna. Participan la mayoría de los barcos del marítimo y alguno del puerto deportivo, los clásicos de Santander, y el Phoenix y el Akelarre de Gipuzkoa. Salimos hacia la zona de Galea, donde el Comité anuncia su intención de celebrar dos pruebas para la clase IRC y tres o cuatro para los J80. Ante lo variable del viento, iza inteligencia a las 13:00. Mientras damos vueltas por la zona, podemos ver a los barcos que participan en la regata Getxo-Plentzia, organizada por ORZA.
Se entabla el viento del NNE, y se inicia el procedimiento de salida, pero apenas cruzada la línea, se anula. El Comité se desplaza hacia el este y da inicio al procedimiento de salida para un barlovento-sotavento, tres vueltas, con la boya a 1,5 millas en rumbo 5º. Al principio tenemos buen viento, con un aparente de 17 nudos, pero poco a poco va bajando. Hay ola que nos frena, pero el barco avanza a 4 o 5 nudos.La única pena es que en las tres subidas hemos tenido que dar dos bordos para pasar la boya, cuando estábamos casi encima. Las maniobras de spi han salido todas bien, y completamos el recorrido en un poco más de dos horas y media. Por detrás viene el Arcano, y hay que esperar a que llegue para que empiece las segunda manga, esta vez de solo dos vueltas.
Tomada la salida, el viento rola al N, y vamos a la boya a rumbo directo; izamos el spi, y bajamos de través. Eso hace que pese a haber caído el viento, hagamos sea primera vuelta bastante rápida; tanto que en la boya de sotavento le hacemos un interior al H2O y le pasamos. Para la segunda vuelta el Comité reposiciona la boya, y con un bordo y una trasluchada llegamos a la línea, justo detrás del Aizian y por delante del H2O y el Arcano.
Intentamos volver a vela, pero es imposible, así que ponemos motor y rumbo al puerto. Tras arranchar el barco vamos al Saltillo, donde nos esperan Elena y Mª del Rosario, y nos encontramos un estupendo coctel: cerveza, mojitos, gambas, croquetas y pasteles a manta, tantos que ni Lucio puede con ellos. Agotados después de ocho horas en el mar y animados por los mojitos, nos vamos cada uno a su casa para descansar y coger fuerzas para la regata del domingo.
Se entabla el viento del NNE, y se inicia el procedimiento de salida, pero apenas cruzada la línea, se anula. El Comité se desplaza hacia el este y da inicio al procedimiento de salida para un barlovento-sotavento, tres vueltas, con la boya a 1,5 millas en rumbo 5º. Al principio tenemos buen viento, con un aparente de 17 nudos, pero poco a poco va bajando. Hay ola que nos frena, pero el barco avanza a 4 o 5 nudos.La única pena es que en las tres subidas hemos tenido que dar dos bordos para pasar la boya, cuando estábamos casi encima. Las maniobras de spi han salido todas bien, y completamos el recorrido en un poco más de dos horas y media. Por detrás viene el Arcano, y hay que esperar a que llegue para que empiece las segunda manga, esta vez de solo dos vueltas.
Tomada la salida, el viento rola al N, y vamos a la boya a rumbo directo; izamos el spi, y bajamos de través. Eso hace que pese a haber caído el viento, hagamos sea primera vuelta bastante rápida; tanto que en la boya de sotavento le hacemos un interior al H2O y le pasamos. Para la segunda vuelta el Comité reposiciona la boya, y con un bordo y una trasluchada llegamos a la línea, justo detrás del Aizian y por delante del H2O y el Arcano.
Intentamos volver a vela, pero es imposible, así que ponemos motor y rumbo al puerto. Tras arranchar el barco vamos al Saltillo, donde nos esperan Elena y Mª del Rosario, y nos encontramos un estupendo coctel: cerveza, mojitos, gambas, croquetas y pasteles a manta, tantos que ni Lucio puede con ellos. Agotados después de ocho horas en el mar y animados por los mojitos, nos vamos cada uno a su casa para descansar y coger fuerzas para la regata del domingo.
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