Tras una serie de regatas de poco viento, por fin hemos tenido una con viento abundante, excesivo a ratos. Las previsiones eran de buen tiempo con viento del sur, con rachas de hasta 30 nudos. Al llegar al barco, el viento no era mucho, pero poco a poco ha ido subiendo. Así que consultada la tripulación, formada por Marije, Txantxar, Pepelu, Lucio y yo, hemos decidido salir con el foque. A medida que se acercaba la hora de la salida, ha ido subiendo el viento, y como no nos apetecía sufrir, hemos tomado un rizo. El comité ha anunciado el recorrido: San Ignacio - boya del cajón - San Ignacio, dos veces para nuestra clase, tres para las clases A y B. Ha resultado ser un perfecto sotavento-barlovento.
Mientras toda la flota se iba a la boya para salir, nosotros nos hemos ido al comité, y la hemos hecho solos, cruzando la línea los primeros. Eso nos ha permitido ver las maniobras de los demás barcos. El Gaitero, con spi, se pone el primero. El Maitena se va dos veces de orzada. Algunos de los barcos que deciden izar spi tienen problemas por el mucho viento, especialmente en la zona del cañón de Ciérvana. Afortunadamente no había ola, si no hubiese sido peor.
Tomamos la boya del cajón, y empieza una ceñida rabiosa, con rachas sostenidas de hasta 30 nudos. Gracias al rizo y el foque, aguantamos bien. Ya cerca de la boya el viento amaina, y nos planteamos quitar el rizo. Pero teniendo en cuenta que el sur suele ser racheado, decidimos no hacerlo. Sin embargo en la segunda empopada el viento no es tan fuerte, y perdemos tiempo respecto a los demás. El Ramper nos adelanta justo en la boya.
Como el viento se mantiene, quitamos el rizo al pasar la boya, y vamos dando bordos hacia la llegada, pasando, según el GPS, a menos de 100 metros de la peña piloto. Cruzamos la línea a las 15:43, tras dos horas y 28 minutos de regata.
En el pantalán, después de arranchar el barco, comemos, nos tomamos la botella de vino regalo de un pasajero una tarde de paseo, y de postre los pasteles de Pepelu y la quesada de Txantxar, traída de Espinosa de los Monteros.
En la clase A ha ganado el Symphony, en la B el Gaitero, y esta es la clasificación de nuestra clase, la C:
1. As de Guía VII
2: Sandra
3. Taramay
4: Aizian
5. Viruta
Mientras toda la flota se iba a la boya para salir, nosotros nos hemos ido al comité, y la hemos hecho solos, cruzando la línea los primeros. Eso nos ha permitido ver las maniobras de los demás barcos. El Gaitero, con spi, se pone el primero. El Maitena se va dos veces de orzada. Algunos de los barcos que deciden izar spi tienen problemas por el mucho viento, especialmente en la zona del cañón de Ciérvana. Afortunadamente no había ola, si no hubiese sido peor.
Tomamos la boya del cajón, y empieza una ceñida rabiosa, con rachas sostenidas de hasta 30 nudos. Gracias al rizo y el foque, aguantamos bien. Ya cerca de la boya el viento amaina, y nos planteamos quitar el rizo. Pero teniendo en cuenta que el sur suele ser racheado, decidimos no hacerlo. Sin embargo en la segunda empopada el viento no es tan fuerte, y perdemos tiempo respecto a los demás. El Ramper nos adelanta justo en la boya.
Como el viento se mantiene, quitamos el rizo al pasar la boya, y vamos dando bordos hacia la llegada, pasando, según el GPS, a menos de 100 metros de la peña piloto. Cruzamos la línea a las 15:43, tras dos horas y 28 minutos de regata.
En el pantalán, después de arranchar el barco, comemos, nos tomamos la botella de vino regalo de un pasajero una tarde de paseo, y de postre los pasteles de Pepelu y la quesada de Txantxar, traída de Espinosa de los Monteros.
En la clase A ha ganado el Symphony, en la B el Gaitero, y esta es la clasificación de nuestra clase, la C:
1. As de Guía VII
2: Sandra
3. Taramay
4: Aizian
5. Viruta
6. Emilu
7. Ramper
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