El protagonista de las dos primeras etapas ha sido la falta de viento que hace que una gran parte de la flota se retire, Emilu incluido.
La salida de Santander muy bonita. Los barcos con los spis de través y al llegar a la Magdalena se arriaron para dar paso a los génovas. Todos los barcos aprovechando hasta la última brisa conseguimos salir de la bahía. Unos ponen rumbo hacia la playa del Sardinero y otros se alejan de la costa.
La tripulación del Emilu: Lucio, Robert, Javier Silvan, Juan Félix y Pepelu.
A eso de las 18 h una migraña hace su aparición y me retiro a la litera de estribor (ya no me recuperaría por completo hasta la llegada a Gijón). Una noche muy larga con el viento del este flojo. Las guardias se suceden y Robert se pasa la noche casi sin dormir.
A eso de las 9:00 me levanto con mal cuerpo, estamos frente a Llanes. Lucio está a la caña. A eso de las 10:00 decidimos poner el motor, las cuentas estaban claras: estábamos a 45 millas de Gijón y casi sin viento, poniéndo el motor llegaríamos entre las 17:00 y las 18:00. Dicho y hecho. Comunicamos nuestra retirada por radio. Al poco fueron retirándose otros muchos. Otros, sin embargo, más obstinados, siguieron a vela, pero el norte que alguien había pronosticado no saltó.
Vimos algunos delfines y Robert llegó a ver un cachalote sumergiéndose.
Ya en Gijón nos esperaban unas fabes estupendas, que comí con miedo, pero que me sentaron muy bien, después de lo único que había comido desde la salida de Santander: un paragüayo, un albaricoque y una ciruela .
En seguida llegaron Elena, Marije y Sandra, que ya me habían sacado el billete para Bilbao.
En el autobús coincidí con Jorge, bilbaíno radicado en Santander y tripulante del Kirios I. Él también regresaba a Santander porque había sido padre de una niña hacía 15 días y se le acaba el permiso de Fátima, su mujer.
La película que vimos en el autobús: Los tres mosqueteros, pero una versión surealista con batallas de globos aerostáticos ideados por Leonardo da Vinci, entretenida.
En Bilbao en el metro mucha gente y al llegar a Las Arenas se bajan todos conmigo. ¡Claro las fiestas de Romo!
Tras sortear hordas de gente con ansias de diversión, llego por fin a casa y a la cama.
Saludos desde el río Kwae, donde la navegación es en lanchas motorizadas.
ResponderEliminarÁnimo y a por ellos
El contramaestre
Hola Emilu,
ResponderEliminarAcabo de leer vuestro blog. Como pasa el tiempo! Ya no queda nada para una nueva edición…y la niña ya tiene un añito! A ver si este año hay suerte y tenemos un buen nordeste para ir a Gijón.
Por cierto el regalo del padre ha sido un chaleco naranja para el barco!
Saludos y nos vemos en Bilbao el miércoles 31.
Jorge (Kirios)