Los recortes llegan al viento

El sábado 6 de octubre, décimo aniversario de la canonización de José María Escriva de Balaguer por Juan Pablo II, se ha celebrado la regata 5 Boyas, organizada por ORZA, y válida para la liga.

Como siempre Marije va a la reunión de patrones, y se reune con el resto de la tripulación, Lucio, Álvaro y Julián, en el pantalán. La salida es en San Ignacio a las 12:30. El recorrido: salida, boya de galea, boya del cajón, boya de ciérvana, otra vuelta Galea, cajón Ciérbana, boya roja más próxima a Galea y llegada en San Ignacio. Todas las boyas, excepto las dos rojas, por babor.

La presalida

A las 12:00 el viento es flojo del sur, con previsión de rolar al norte al principio de la tarde. Sin embargo la rolada llega justo antes de la salida. Contamos 22 barcos. Salimos por la boya amurados a babor; solo tenemos que dejar paso al Lasai.

Cruzándonos con el Lasai

Con viento flojo y sin ola vamos avanzando. Nos vamos hacia la costa, donde parece que hay un poco más de viento. Sin embargo poco nos dura la alegría. El viento cae, y llegamos a la boya de Galea hora y media después de la salida. El No Respect, que lleva una gran ventaja, todavía no ha llegado a Ciérvana. El comité, con buen criterio, acorta el recorrido eliminando la segunda vuelta al triángulo Galea-cajón.Ciérvana, y amplía hasta las 16:30 la hora límite.

De Galea al cajón

El viento sigue ausente. La flota se queda flotando, a veces yendo hacia atrás, a mitad camino entre la Galea y el cajón. Empiezan a producirse abandonos. Por delante van el No Respect, Le Meteque, el Nexus y el Otoio. Flotando como corchos aguantan el Sandra, la Marmotiña, el Lasai, el Horta, el Emilu y el Sparrow. El viento es inexistente, y cuando aparece algo no se sabe por donde sopla. Marije y Álvaro aprovechan para darse el que puede ser el último baño del año.

Poco antes de las cuatro aparece tímidamente el viento. La Marmotiña, que lleva una hora delante de la boya del cajón consigue pasarla, y le seguimos los demás. Tras doblar la boya de Ciérvana, Marmotiña y Lasai se van muy al este, mientras que nosotros ponemos rumbo directo a la boya, con el Horta a estribor y el Sparrow a popa. El viento rola constantemente, y en un momento izamos el spi; apenas se incha cuando el viento vuelve a ponerse del sur y hay que arriarlo. Y como colofón, llegan rachas de hasta 20 nudos. Cuando llegamos a la boya roja, el comité anuncia que son las 16:30, y ninguno de los que hemos aguantado la encalmada hasta el final conseguimos cruzar la línea a tiempo. Si se hubiese mantenido el tiempo límite inicial, tan solo el No Respect, que sacó más de una hora al siguiente, habría acabado.

Sinceramente, creo que a la vista de la situación, en la que el 80% de la flota avanzó menos de una milla en dos horas, habría que haber suspendido la regata. Al Emilu no le afecta, pero hay otros barcos que han visto mermadas sus posibilidades en la liga.