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| Foto cortesía de Luis Fernández |
Esta crónica tenía que haber estado escrita hace ya 10 días, y ¡claro!, resulta que ya ni me acuerdo de lo sucedido (es lo que tiene no coger apuntes).
El sábado tuvimos dos mangas con la boya de barlo a 1,8 millas. Poco viento.
Hacía tiempo que Mabel no formaba parte de la tripulación que se completaba con Marije, Lucio, Julián y Pepelu (un servidor).
Mientras los últimos barcos de la clase C completábamos la agónica segunda vuelta el resto de la flota esperaba nuestra llegada para comenzar la 2ª manga, así que avisamos al comité que nos retirábamos para no prolongar la espera.
Un poco después de entrar el último clase C comenzaba la 2ª manga que terminó bastante tarde.
El domingo, de nuevo, en La Galea, se da la salida de la 1ª manga del día con más viento que el sábado y la boya de barlo a 1,4 millas. Completamos el recorrido en un tiempo razonable y al poco de terminar da comienzo la 2ª manga con una salida, emocionante, con un gran número de barcos junto al comité luchando por la mejor posición, con sustos pero sin abordajes. (Julián, a sotavento, trabajando en el génova se quedó sin ver nada, mascullando quejas, y entre tanto, el resto contemplábamos el espectáculo). Tras las segunda subida y al sacar el spí, nos aparece un bikini doble espectacular y aunque se nos rasga terminamos la regata.
Para más inri llegamos tarde al ágape y no pillamos ni una croqueta, pero nos tomamos unos excelentes gin-tonics de Plymouth.
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