A las 11 nos encontramos en el pantalán Aitxiber, Marije, Iñaki, Álvaro y Pepelu. Tras aparejar, se resuelve positivamente la duda que a todos nos rondaba por la cabeza, ¿arrancará el motor?. Salimos marcha atrás hasta estar bien fuera del puerto y libres de barcos. Al poner punto muerto se para el motor. ¿Volverá a arrancar? Sí. Ahora metemos avante y ya no paramos hasta llegar al campo de regatas. Viento cero, ola cero. Aprovechamos para comer los taquitos de jamón pirenaico de Álvaro, y las patas fritas y el queso de Iñaki. El comité iza inteligencia.
Tras casi una hora, salta algo de viento y el comité decide preparar el campo de regatas. El viento sopla del 90 pero los aerogeneradores están orientados al sur. Mal asunto. La boya de barlovento está a 1 milla al 90. Recorrido número dos. Primer reto: ¿cuál será el recorrido número 2?. Se da la salida. Emocionante. Nosotros salimos en el grupo de cabeza con el Phoenix, Soto etc. ¡cómo gritan esos chicos! ¡cómo se ponen! Nosotros tranquilos a lo nuestro. Tras unos minutos vemos al Sandra por nuestra popa. Rolada y cae el viento. Viramos y nos quedamos parados. Al Sandra le viene estupendamente, vira y poco a poco nos coge y pasa. Arrancamos y vemos al Ramper por la popa y a sota. Viene rápido. Nos cruzamos con él y le obligamos a virar. Se queda y nosotros cogemos ventaja. ¡Otra rolada! ¿Qué es esto? Hay que sacar el spí. Primero llega el Sandra a la boya de "barlovento" y arría el spi, después nosotros y finalmente el Ramper. De vuelta a la boya de sotavento regresamos con spí de través. Mantenemos la distancia al Ramper en boya y volvemos a un descuartelar. Nos pasa el Ramper. Como no sabemos el recorrido seguimos a Sandra y Ramper y rodeamos la boya haciendo un 270º y sacamos el spí. Ponemos rumbo... ¿a dónde? ¿A San Ignacio? ¿directos al abra interior? Pasamos Peña Piloto y trasluchamos. El Ramper nos ha pasado. En el abra interior hacemos un triángulo y llegamos tras el Ramper. Otra vez arrancamos el motor y salta un sur racheado que nos complica el atraque pero sin problemas.
¡Pedazo tripulación! ¡Todas las maniobras perfectas! Y muchas, eran más complicadas de lo habitual. Un lujo.
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