29/03/2008

Segunda regata de primavera

Tras el parón de Semana Santa, este sábado se ha celebrado la segunda regata del trofeo primavera.
Tripulación: un clásico
Lucio, Marije, Mabel, Javi, Pepelu y su vesícula y Julián.
Recorrido
4 acortado, o sea, San Ignacio-cajón-San Ignacio dos veces.
Viento
Del suroeste, con rachas, pozos y roles constantes. Ha habido momentos de 3 nudos y rachas de 25.
Desarrollo
Hemos salido con viento de popa, con el génova. Al poco, al caer el viento, hemos sacado el spi. La primera subida la hemos hecho bastante bien. Hemos llegado al cajón antes que Le Meteque. La bajada ciñendo ha sido penosa. En la segunda subida hemos ido bien, salvo una racha que nos hecho orzar y meter la botavara en el agua, momento en el que hemos quitado el spi. La ceñida hacia la línea de llegada ha ido bien, pero los últimos 100 metros nos han costado 15 minutos.
Resultados
Los quintos de cinco. El Maite (primero) nos ha sacado 40 minutos, y el Ramper (cuarto) 25.
Conclusión
Hemos pasado un buen día, con sol y calor.

1 comentario:

  1. Anónimo18:52

    Sólo hay tres clases de hombres, los vivos, los muertos y los que navegan, pero cualquier navegante del Mediterráneo se volverá loco si trata hoy de encajar con la realidad los nombres de los vientos que rigen en ese mar. Según su origen, el gregal es el viento que viene de Grecia; el siroco de Siria; el lebeche de Libia;la tramontana, de tras los montes. El gregal es un noreste y allí no está Grecia; el siroco es un sureste y allí no está Siria; el lebeche es un suroeste y allí no está Libia; la tramontana es un norte y los montes están en todas partes. Existe también el mistral o viento maestro, que proviene del noroeste. En la Provenza hay una región con ese mismo nombre, aunque la Provenza tampoco está en el noroeste. Cuando se dice que el levante sopla del este, de donde se levanta el Sol y el poniente llega del oeste, de donde se pone, sólo es verdad los dos únicos días de equinocio, porque el Sol va derivando hasta 30 grados al norte o al sur el resto del año. Para resolver este enigma hay que encontar un punto en el Mediterráneo donde el nombre y la direción de los vientos encajen. Ese lugar existe y su elección fue producto de un consenso entre pescadores sicilianos, mercaderes genoveses y catalanes, nevegantes tunecinos, corsarios y piratas berberiscos, que surcaban esas aguas en el medievo. Por supuesto no se dicidió durante las travesías. Cuando se navega no se puedes hacer demasiados cálculos, ya que a los tripulantes sólo les separa de la muerte los cuatro dedos de espesor del casco de la nave. La decisión de someter la veleidad de los vientos a la lógica fue tomada a través de la experiencia de los marineros en las tabernas portuarias en largas conversaciones al calor de un aguardiente . Sólo hay una isla en medio del Mediterráneo donde los nombres de los vientos responden a su dirección.Esa Isla es Malta. En la Odisea se llama Ogigia, el ombligo del mar. Allí permaneció siete años Ulises en brazos de la ninfa Calipso. Pero en literatura el viento es una ficción. Por eso en cualquier latitud donde uno de halle, el gregal llegará de Grecia; el siroco de Siria; el lebeche de Libia, siempre que el viento sea una forma de poderosa locura que, unida al marea del tiempo, al final te lleve a Ítaca.

    Manuel Vicent.

    Luis.

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