El pasado día 1 de octubre, sábado, amaneció triste y amenazante aunque finalmente no llovió. Lucio, Julián, Edu y yo (Pepelu) nos juntamos para afrontar otra jornada en el campo de regatas. El comité nos dio la salida junto a San Ignacio con una novedad en el recorrido: la boya de barlovento que en lugar de ser la amarilla el cajón fue una boya neumática junto a él, bajada a San Ignacio, otra vez a la boya neumática y vuelta a San Ignacio donde estaba la llegada.
En la práctica se trataba de un barlovento sotavento con dos vueltas. Los clases A y B iban hasta dicha boya y después a recalada, para regresar a la boya, San Ignacio, boya junto al cajón y regreso a San Ignacio donde tenían la llegada también.
El viento se mantuvo entre 15 y 20 nudos y la ola bastante molesta, sobre todo para el sacrificado proa que se mojó un par de veces y se vio zarandeado de proa a popa y de babor a estribor como si al son de la canción el patrón llevara al Emilu.
El Soto 40 nos deleitó con unas cuantas trasluchadas navegando casi de través con su asimétrico y encabezando la flota de su clase mientras el Maitena trataba de darle alcance.
Poco más que contar. Tras llegar al pantalán y recoger, Julián nos invitó a unos exquisitos mini tonics.
Esta vez no hubo fotos.
Mi sentido homenaje al sufrido puesto de Proa. Veros allí adelante agachados todo lo que podéis, mientras preparáis todo para izar el "espi". Detrás de vosotros el paisaje aparece y desaparece en cada ola. Y a veces un pantocazo os recompensa con una refrescante ducha salada.
ResponderEliminar!va por vosotros! (chin chin)