donde nos ofrecen un almuerzo y a las 14,20h después de esperar que zarpe un ferry nos dan la salida, apenas sin viento. Optamos por ir pegados a la costa por la izquierda y poco a poco vamos alcanzando y pasando a parte de la flota, pero todo queda en una ilusión, a la altura de la escuela náutica nos quedamos parados e incluso retrocedemos.
Alguna embarcación, como el Txintxo, optan por salir por el lado derecho pegados a la playa y aciertan, consiguiendo salir de la bahía. Nosotros tras 2,20h sin llegar tan siquiera a la isla de Mouro nos rendimos y ponemos motor.
A lo largo de la noche, por cierto totalmente estrellada, un auténtico espectáculo, incluso con alguna estrella fugaz, íbamos viendo a la flota muy alejada de la costa, que iban a nuestro ritmo.
Hubo quien pensó que el Emilu acertó al ir pegado a la costa, ya que nos seguían en la aplicación a su vera. Pero ya llegado el amanecer
se percataron de que no era así al comprobar que hacíamos escala en Tazones a las 7,30 de la mañana
donde desayunamos algo en el barco
y luego dimos una vuelta por el pueblo en busca de algún bar para tomar un café
Estaba todo desierto |
A eso de las 9h un lugareño se ofreció muy amable abrirnos su chiringuito del puerto y nos puso unos cafés.
Nuestro amigo el ASTURIANU!!! |
Alrededor de las 11 y próximos a la entrada de Gijón hacemos paradita y aprovechamos para darnos un baño estupendo
Una vez en puerto y recogido el barco nos esperaba la tan ansiada fabada que nos supo a gloria.
Por la tarde duchita y después de la llegada de las chicas, Elena y Marije a tomar un poco de sidra y a cenar.
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